Aspectos a tener en cuenta para el lavado de la ropa de cama de un hotel

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Blancos impecables

El color blanco predomina en toda la industria hotelera y representa limpieza en su máxima expresión. Por lo tanto, para poder garantizar su color y pulcritud es necesario adquirir materiales de alta calidad.

Para ello será necesario contar con los mejores productos de limpieza y desinfección para poder ofrecer la higiene adecuada en todos los elementos ofrecidos a sus clientes, como sábanas, fundas, edredones, mantas, cojines, toallas, paños, entre otros.

Lavandería Interna

Dependiendo de las posibilidades de cada hotel el proceso de lavado de la ropa de cama se puede realizar dentro de sus propias instalaciones. Deberán tener un espacio propio y personal encargado.

El hotel debe disponer de una amplia dotación de equipos de lavandería de alta resistencia. Por ejemplo, lavadoras de alta velocidad, secadoras de secado rápido y planchadoras o mangles para dar los acabados finales.

Lavandería externa

A pesar del punto anterior, la tendencia en la actualidad es a recurrir a servicios externos de lavandería, de esta manera se suelen agilizar los tiempos y procesos para estas tareas. Por ello son muchos los hoteles que recurren a la contratación de servicios externos. Estos se encargan de llevar a cabo la actividad de lavandería, desinfección y mantenimiento de la ropa de cama.

Trucos de lavado empleado por los hoteles

En el hotelería se cumplen ciertos pasos para la adecuada limpieza y desinfección del stock de ropa de cama ofrecida a sus huéspedes, a continuación, se mencionan algunos de ellos:

  1. Lavar con la temperatura apropiada: Es recomendable realizar el lavado de las prendas con agua caliente entre unos 40º y 60º, es importante no excederse sobre esta temperatura ya que se pueden ocasionar daños en los textiles. Además, el agua caliente facilita la eliminación de bacterias y ácaros en las telas y favorece su blanqueado.
  2. Capacidad de las lavadoras: Lo más recomendable será usar la lavadora con un llenado del 80% de su capacidad de manera de no excederse en las piezas contenidas, facilitando así el proceso de lavado. Tampoco se recomienda llenarla por debajo de la capacidad recomendada ya que los textiles se gastarán más rápido.
  3. Tratamiento para piezas que no son de lavado diario: En el caso de las almohadas, cojines, edredones, se puede recurrir a la aplicación a través de un rociador que contenga un producto bactericida. Para los colchones pueden ser usadas aspiradoras y máquinas de limpieza a vapor, que te permitirá eliminar bacterias y ofrecer un máximo de higiene.

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